martes, 27 de enero de 2009

Mis guerras

Cada piel que dejo de romper es la tuya y cada espacio que no se detiene ante tus brazos son todas los silencios juntos bajo las estrellas, un adiós, una palma que no tiene tu tacto ni tu olor, si, otra vez, y cada paso en la mirada de los inocentes es tu dolor de huérfano que destruye nuestro presente, nuestro pasado, ese que definitivamente nunca ha sido nuestro y nunca lo será, un mañana sin nombre que se quedó en lo invencible de la ilusión. Eres alma y labios, que nunca dejaré de guardar, y hoy más que ayer, te detengo con todas las guerras que llevo en la espalda , con todas las guerras que luchas en el sur, y con todas las guerras que estás viendo con la mirada que quiero para la eternidad, te sostengo en el aliento de la patria, con los pies descalzo y estas manos que hasta hoy solo están llenas de palabras incapaces de conjugar nuestra realidad intemporal. Cuidame.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Elka:
Deleitándome con tus letras.
Es como la vida hecha poesía.
Te admiro.